Deterioro de la libertad de expresión en Honduras, revela RSF en informe 2019
Honduras cayó cinco puntos y en el segundo mandato de gobierno de Juan Orlando Hernández "ha aumentado su control de la información e incrementado sus maniobras para hacer callar a los periodistas".
La clasificación mundial de Reporteros sin Fronteras (RSF) de 2019 revela el preocupante deterioro de la situación de la libertad de prensa en América Latina, ya que “las condiciones de trabajo de la prensa empeoraron en la mayoría de los países de la región, donde los periodistas aún padecen a menudo actos de violencia, presiones y la censura del Estado. El ambiente en que trabajan los periodistas es cada vez más hostil y quienes cubren temas delicados suelen padecer de violencia, intimidaciones y presiones de todo tipo”.
En el caso de Honduras, el informe señala que las condiciones de trabajo de la prensa se deterioran mucho en el país en comparación a 2018: los periodistas a menudo padecen ataques armados y presiones; los políticos suelen tratar de intimidarlos.
La situación es similar en El Salvador y Guatemala países minados por la corrupción y el crimen organizado. Los periodistas que trabajan para la prensa de oposición y para los medios de comunicación comunitarios que se atreven a denunciar las malversaciones de los funcionarios y políticos suelen ser agredidos, amenazados de muerte, incluso suelen ser asesinados, por lo que a veces los reporteros optan por el exilio.
RSF ubica a Honduras en el lugar 146, por lo que descendió 5 puntos en comparación al año 2018. La caída es estrepitosa si tomamos en cuenta que en el año 2103 el país se hallaba en la posición 127.
El informe recuerda que en las elecciones presidenciales de 2017 fue reelegido Juan Orlando Hernández. "En su segundo mandato, su gobierno ha aumentado su control de la información e incrementado sus maniobras para hacer callar a los periodistas que considera demasiado críticos. En Honduras, la mayoría de las veces las agresiones y los actos de violencia contra periodistas son cometidos por la policía y el ejército. La prensa hondureña ha sufrido una lenta caída desde hace una década, desde el golpe de Estado registrado en 2009”, señala RSF.
Añade que “El grado de impunidad en Honduras —país gangrenado por la violencia del crimen organizado y la corrupción— es uno de los más elevados del continente. Los periodistas que trabajan para los medios de comunicación de oposición o comunitarios a menudo son agredidos o amenazados de muerte, por lo que a veces se ven obligados a exiliarse. Es común que se emprendan procesos judiciales abusivos contra periodistas, sobre todo por difamación; entre otras sanciones, se le prohíbe ejercer el periodismo".