Quema de monigotes una forma de protestar
Una tradición en Honduras es la quema de monigotes el último día del año para deshacerse de las malas cosas durante el año viejo y recibir con nuevos brillos el año venidero, pero también es una forma de protestar del pueblo.
La figura es hecha de trapo y papel, que generalmente ridiculiza a los personajes de la política y del gobierno entre otros, a los que les introducen cohetes que explotan con el fuego, constituyendo un espectáculo para quienes se reúnen en la plaza pública o un lugar determinado, generalmente en los pueblos y barrios.
Este año, los personajes más usados son el ex gerente del Instituto Hondureño del Seguro Social por el escandaloso robo en esa institución, lo mismo que la expalillona Ilsa Molina y la chilena Patricia Ciuffardi que también están implicadas en ese caso.
Asimismo se hacen muchos monigotes con la figura del presidente de la República Juan Orlando Hernández que prometió luchar contra la criminalidad y al final, los logros no son los esperados.
Esta vez, la nota la han puesto las autoridades municipales y de la Policía Militar que anunciaron que decomisaran los monigotes porque están rellenos de pólvora y los productos derivados de la pólvora están prohibida en la mayoría de las alcaldías.
Esa amenaza, es considerada por algunos sectores como un atentado a la costumbres y cultura del pueblo hondureño, porque la quema de monigotes para estas fechas, es una tradición de muchos años que se ha arraigado y que por tanto forma parte de la historia de Honduras y es una manifestación del pueblo contra las injusticias.