JOH y sus compinches son patéticos y cobardes
Por Dana Frank*
Juan Hernández y sus colaboradores cercanos contrataron lobistas de Estados Unidos --en al menos 13 ocasiones en los últimos cinco años--, y pagaron 90,6 millones de lempiras, para intentar limpiar su imagen y evitar la prisión.
Firmaron 12 contratos con la firma Gus West Government Affairs entre 2016 y 2021.
Y contrataron a la empresa Arnold & Porter, en 2019, con fondos provenientes de la Secretaría de Finanzas, para presionar a los fiscales federales en el juicio de Tony.
Los esfuerzos de Hernández resultaron en vano porque, a pesar de los pequeños acercamientos con el gobierno de Joe Biden, su vinculación con la corrupción y el narcotráfico minaron cualquier esfuerzo de cooperación.
El dinero invertido en lobistas solo avergüenza y subraya la culpa de Hernández y sus vínculos con el narcotráfico.
El dinero pagado a los cabilderos compró poco, excepto una comprensión cómica de cuán patéticos son Hernández y sus compinches, cuán cobardes son al usar el dinero del pueblo hondureño para limpiar su imagen y evitar la prisión.
Además, el tribunal del Distrito Sur de Nueva York tiene una reputación impecable de probidad y es independiente de la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
La administración de Biden está bajo una gran y creciente presión por parte del Congreso, el Senado y los medios de comunicación, incluso el conservador Washington Post, para deshacerse de Hernández.
Estados Unidos quiere ahora parecer heroico por finalmente llevar a Hernández ante la justicia, pero las sucesivas administraciones que se remontan al expresidente Barack Obama permitieron hacer cosas malas a Hernández en perjuicio de sus propios compatriotas.
Hernández causó estragos en Honduras, con costos devastadores, en gran parte porque Estados Unidos lo apoyó hasta el último minuto.
- Dana Frank, experta en asuntos de Centroamérica y profesora emérita de historia en la Universidad de California