Plan reeleccionista se ha venido implementado por mucho tiempo
Por Jonathan Roussel
Me parece que el plan para que el actual mandatario permanezca más de cuatro años en el poder se ha venido implementando por mucho tiempo.
Así es como se han modificado leyes, se han cambiado entendidos constitucionales y en varias posiciones claves se han colocado ciudadanos afines.
Todo esto a la luz de poderosos reflectores de las televisoras, micrófonos abiertos de las grandes radioemisoras y los diarios impresos y sus periodistas atentos a los sucesos.
Y por si fuera poco, con los temas más discutidos de toda la historia de Honduras. El Congreso Nacional, con la presencia de todas las bancadas, fue el escenario.
Nada ocurrió a escondidas.
Fue pasando el tiempo, mientras el nacionalismo reorganizaba sus autoridades locales y departamentales, los opositores gritaban “somos mayoría”.
El bipartidismo se acabó.
Y cuando se necesitaron votos para elegir la nueva Corte, estos surgieron de las bancadas melistas que por gracia o milagro se hicieron más pequeñas.
Mientras exaltados discutidores autollamados “oposición”, “indignados” o “pueblo hondureño” según fuera el escenario, convocaban a “sacar las AK 47” el partido en el poder organizaba manifestaciones para pedirle a su Presidente que aceptara ser reelecto.
Y así pasó el tiempo.
Se lograron fallos de la Sala Constitucional de “dos cortes” y se perdió una moción para montar un plebiscito.
No queda ningún otro recurso, está firme la interpretación constitucional, así serán las próximas elecciones.
Bien o mal, no hay de otra y cuando el ilusionista Mel pide permiso (¿a quién?) para enfrentar a JOH, le da legitimidad y reconocimiento a lo actuado.
Veamos las cosas que se han perdido, Mel se quedó sin las televisoras que lo apoyaban.
Su partido perdió 10 diputados y su liderazgo absoluto está en precario.
Es muy improbable que lo planeado y ejecutado cambie.
Mel y su cofradía no conmueven a nadie, ya aburren.
La gran mayoría del pueblo hondureño está dedicada a otros menesteres.
El Partido Liberal pierde el tiempo y no emprende las urgentes tareas de reorganización.
Y la vida del PAC transcurre entre demostraciones de mala educación y desconocimiento de las realidades políticas de Honduras.
Las teorías improvisadas o muy retorcidas esgrimidas por filósofos y sociólogos del patio serán de nuevo desechadas por el sentido práctico del ciudadano común.

