Una farsa que amenaza la patria
Las ZEDE son un punto de quiebre para el pueblo hondureño: o luchamos hasta derogar esa ley o nos quedamos sin país
Por Radio Progreso y el ERIC-SJ
Las Zona de Empleo y Desarrollo Económico es la actual apuesta del gobierno bajo el pretexto de generar empleo. Una ZEDE es la entrega de una porción del territorio a empresarios locales o extranjeros con el propósito de hacer negocios en ese territorio.
Las ZEDE son una reencarnación recargada de los enclaves mineros y bananeros.
A pesar de que la Ley orgánica de las ZEDE no le ofrece ningún beneficio al país, los vendepatrias repiten como loros que generarán empleo, curiosamente es el mismo discurso de cuando lanzaron el “Honduras abierta a los negocios” o su reedición de “Honduras abierta a la minería”. Todo fue una farsa porque los grandes inversionistas nunca llegaron ni tampoco los empleos.
Con el esquema de las ZEDE los inversionistas no tienen límites sobre el tipo de negocio, no tiene límites jurídicos, no tienen límite en el tiempo de la ZEDE, tampoco tiene límites en cuánto a la extensión y todo está protegido por la Ley de Secretos Oficiales.
Tanta generosidad jurídica y tanta publicidad sobre ellas hace sospechar que algo ocultan.
Tal vez, la necesidad de paraísos fiscales y la urgencia de escapar de futuras extradiciones explica la aberración jurídica de los inquilinos de Casa Presidencial.
Es una farsa como generador de empleo, pero es una realidad en cuanto al despojo y despedazamiento del territorio nacional.
Ya se promueve la subasta del territorio en internet, y lo más dramático ya están despojando de sus tierras a cientos de familias. Entramos al desmantelamiento del territorio nacional, llegamos a la encrucijada: o defendemos la soberanía o nos quedamos sin ella, porque la banda de criminales de Casa Presidencial se ha empeñado en despedazarla.
Al menos hay tres ZEDE con información pública: la ZEDE Próspera en Roatán, para turismo; la ZEDE Orquídea en San Marcos de Colón en el Sur, para siembra de chile; ZEDE Morazán en Choloma, Cortés, para la industria maquilera; y se habla de otra nueva ZEDE en la isla de Guanaja para turismo, construcción y venta de casas, y de convertir en ZEDE el parque La Tigra.
También está la iniciativa de convertir a Palmerola en un tipo de ZEDE con la iniciativa de Ley Orgánica del Área de Desarrollo Económico de Palmerola.
Las ZEDE son un punto de quiebre para el pueblo hondureño: o luchamos hasta derogar esa ley o nos quedamos sin país. Y en este desafío todos estamos convocados, porque todos tenemos algo que perder y todos tenemos algo que aportar. Ése espíritu de amor y rebeldía será la invitación determinante para sumarnos a todas las acciones convocadas en defensa del territorio. En estos días, el mejor lugar para hacer memoria del Bicentenario está en el poder de las calles.