Honduras, saqueada hasta la médula por el grupo alrededor de la presidencia

El saqueo de nuestros países, de muchísimos países en Hispanoamérica, se efectúa con toda impunidad, pese a que se perpetra lavado de dineros mal habidos, producto de la corrupción, un lavado tan pernicioso como el relacionado con la droga, con secuestros y asaltos, contrabando.

El saqueo de Honduras por el presidente Hernández y sus cómplices denuncian a diario personas, grupos cívicos y observadores foráneos, en un país donde carteles de la droga se disputan territorio y varios expresidentes o sus parientes y socios cercanos están o en prisiones federales de Estados Unidos o enfrentando procesos penales.
Frente a los constantes desmanes se alzan muchas voces, de las más recientes, la de la profesora Lilian Ordóñez, quien nos dice:
“En los setenta y cinco de años de la supuesta democracia hondureña nunca se vio tal descaro.
“Para supuestamente paliar el hambre de los niños, la primera dama hondureña se presenta a los albergues a repartir palomitas de maíz y tal clase de chucherías, además de jabón barato, jabón de lavar ropa para el aseo de los albergados.
“En los refugios montados para guarecer personas y familias que han perdido sus viviendas falta mucho de lo esencial, desde colchonetas y frazadas, hasta recipientes para agua, estufas para cocinar.
“Con todo lo que el actual gobierno roba no está ni lejanamente cuidando de la gente, tanto de los damnificados por los huracanes como tampoco de los afectados por la calamidad económica señalada, uno de los motivos por el cual tantos hondureños están saliendo de su país buscando dónde puedan sostenerse por sí mismos.
“Esta mafia se da todos los lujos —agrega—, desde vacaciones en Suiza hasta cabalgar en corceles de ciento cincuenta mil dólares.
“Esta gente saquea el Seguro Social, las cajas asistenciales, inflan presupuestos, no reparten mascarillas para los niños…”.
La tragedia de los albergues en la parte norte de Honduras es un reflejo de lo que sucede en todo el país, en estos momentos desabastecido de alimentos, medicamentos… muchísimos hondureños, dice la profesora Ordóñez, no disponen de un dólar diario para sostenerse.
El saqueo de nuestros países, de muchísimos países en Hispanoamérica, se efectúa con toda impunidad, pese a que se perpetra lavado de dineros mal habidos, producto de la corrupción y tan pernicioso como el relacionado con la droga, con secuestros y asaltos, contrabando.
El gran milagro sería que los funcionarios dejen de robar
No es de extrañar que las cifras de lo embolsado por los corruptos estén llegando a lo que robaban los presidentes de México en “los buenos tiempos” del PRI, lo que dio origen a una divertida fábula:
Ante las calamidades de la nación, sus principales líderes deciden consultar con un gurú para saber cómo puede resolverse la calamidad, sacar a la nación del agujero. El gurú responde: hay una solución técnica y una milagrosa.
—¿Cuál es la técnica? —le dijeron.
—Que el pueblo mexicano se presente en masa ante Nuestra Señora de Guadalupe, que le pida ayuda y que Ella extienda un cheque para resolverlo todo…
Hay una sorpresa general con la respuesta…
—¿Cuál sería entonces la milagrosa? —replicaron.
—¡Qué los funcionarios y mandatarios dejen de robar! —sentenció…
El azote de la corrupción, del saqueo “hasta el tope” no solo lo sufre Honduras, sino que es un fenómeno generalizado en nuestra región centroamericana y en otros países del Hemisferio, un mal agudizado por el tráfico de drogas, a lo que se suma otra desgracia: tan pronto se denuncian esos casos entra en acción la “brigada de protección a los corruptos”, con argumentos como “impedir que se revele información personal del acusado….”, a diferencia de cuanto se trata de hampones de la “competencia”, a los cuales les envían ejércitos de fotógrafos y camarógrafos. (Artículo original publicado en https://m.elsalvador.com/opinion/nota-del-dia/honduras-lucha-contra-la-corrupcion/777817/2020/).