Disciplina y ardúo trabajo convierten a doña Estelina en "La reina de la baleada"
Por Fredy Pineda
A bordo de una baronesa, procedente de la aldea Concordia, Concepción del Norte Santa Bárbara, Victorina Paredes arribó a San Pedro Sula, le acompañaba Estelina de apenas ocho años, en el pueblo quedó su padre don Salvador Madrid, ahora recién separados comenzaban una nueva vida cada quien por su lado.
Ya en "La Gran Ciudad" madre e hija recibieron posada de una de sus paisanas quien en la tercera avenida o calle comercial, vendía tortillas a 10 centavos la docena. Logran un ingreso de 15 Lempiras al mes.
Cierto día ya con diez años de vida,la joven regresa a buscar a su papá, lo encuentra con una nueva familia, no se adapta y a los doce años retorna a San Pedro, donde su madre también ya había formado un nuevo hogar.
Sola y desamparada, no le queda de otra que comenzar trabajar con una dama salvadoreña. Meses después Estelina sé aventura a vender verduras en las calles sampedranas, previo a esto se colocó como ayundante de bodega en supermercado El Centro, no le gustó mucho ese ambiente, se sentía atrapada y explotada por un mísero salario y sus ansias de libertad podían más, renuncia de ese empleo y ya con 14 años se ubica en el barrio Concepción frente al negocio "El Gato Negro" con sus ventas.
Para entónces, ESTELINA MADRID PAREDES , una agraciada joven de tez blanca y cabellos rubios nacida un 29 de noviembre de 1953 decide casarse con José Amaya, quien se convierte en el padre de sus primeros tres hijos. Pero el destino amoroso traiciona a la joven Estelina y se divorcia, nuevamente comienza su vida.
En 1972 Junto a sus retoños alquila en una cuarteria de la familia Trejo en el barrio Guamilito, cercano al recién construido mercado municipal.
Sus inicios
Su ímpetu de trabajo y espíritu emprendedor la llevan a arrendar la fonda "el bocadito" cuyo propietario un ciudadano Nicaragüense se regresa a su país. Sin perder tiempo, aquella madre soltera inicia su negocio con el nombre de "Recreo Tropical" donde ofrece desde tamales, tortillas de maíz, de harina, toda clase de comida caseras.
En pocos meses logra un puesto dentro del mercado Guamilito y desde entónces ya son varias décadas en las que a base arduó trabajo y disciplina su negocio "ESTELINAS BUFFET" se destaca entre otros, hoy día a pesar de las vicisitudes personales, siempre luce su amplia sonrisa y amabilidad para su clientela.
Hoy su madre doña Victorina con 88 años dice sentirse feliz en su querido pueblo Concordia, Concepción del Norte, Santa Bárbara hasta donde en sus oídos le llega la fama de su adorada hija Estelina.