Diputada denuncia que su pareja la maltrataba
La diputada Olivia Marcela Zuniga, hija de la asesinada dirigente ambientalista Berta Cáceres denunció, mediante una carta pública, los malos tratos, que era objeto por parte de sus pareja.
La parlamentaria del partido Libertad y Refundación (Libre), sin mencionar el nombre, dijo su agresor (Alejandro Caballero Zavala) la mantenía alejada de su familia, a ella y a su hijo que es de otra pareja.
Zuniga manifiesta que los actos del agresor, que al igual que ella es un político, no quedarán impunes. “Hoy no podrá salvarte nadie, ni siquiera los padrinos políticos de tu corriente, ni tu madrina dentro de LIBRE”, señala la misiva que transcribimos a continuación:
Mucho tiempo he sentido vergüenza de mi misma por tener el marido que tenía.
Oculté todo lo que me hacía a mi y a mi hijo en todos los espacios. Incluso lo quise ocultar de mi misma. Me negué a creer lo que sucedía, pensé que era imposible que el patriarcado me hiciera esa pasada a mi, el patriarcado no podía ser tan poderoso, tan perverso de entrar a mi casa a donde yo decía que jamás le daría lugar. Me sentía culpable todos los días por lo que pasaba. Eso de las mujeres oprimidas por sus maridos era algo que yo cuestionaba desde lejos muy segura de que yo jamás estaría en una situación parecida a esa.
Pensé que las advertencias de amigos y familiares y hasta de gente desconocida eran coincidencias y era que estaban equivocados. A pesar de que el maltrato comenzó desde un inicio.
Al inicio tuve la capacidad de defenderme pero con el paso del tiempo a medida conviviamos mas y más comencé a aceptar el maltrato porque simplemente no podía creer lo que sucedía y puse mil pretextos y excusas para no aceptar aquella realidad.
Creo que hubiera seguido tolerando el maltrato por mucho tiempo más sino me hubiera ido a vivir a Tegucigalpa el 2018, donde estaba lejos de mi familia y amigos que podrían defendernos a mi hijo y a mi, además yo ahora era diputada y en su lógica era gracias a él y tenía por eso obligatoriamente que dejarme "asesorar" y hacer todo lo que él decía.
Nos mantenía aislados a mi hijo y a mi. No toleraba que nadie de mi familia llegara a la casa que yo pagaba, ni tampoco la familia de mi hijo y mucho menos amigos o compañerxs, nadie que no fueran sus familiares y sus amigos. Desde el primer día que puse un pie en el Congreso tuve problemas con él, yo no comprendía si eran celos de mi cargo o si de verdad eran celos con otros diputados y miembros del partido como él decía.
Yo ya estaba embarazada de él y creí que el cambiaría y que su decadencia quedaría en el pasado, pero no fué así. Para mi desgracia las cosas empeoraron y yo estaba mas incapacitada que nunca para defenderme. Mi familia comenzó a sospechar, mis amigas comenzaron a sospecharlo tambien. Pero yo mas que nunca lo negaba, a pesar de que la violencia se agravó y pasó tambien a la cama. Fué donde comencé a preguntarme si una persona que te irrespeta en un espacio tan sagrado como ese puede "hacer eso" y a la vez quererte, meses despues acepté que No que el amor y la violencia son incompatibles y opuestas.
Jamás alguien que te ama va a pasar todo el tiempo denigrando e insultando a los tuyos, jamas alguien que te ama va a maltratar a tus mascotas, a tus hijos, jamas alguien que te ama va a alejarte del mundo para que camines, hables y respires como lo ordena él, jamás alguien que te ama va a pisotear la memoria de tus seres amados muertos.
Pensando para poder perdonarme el haber soportado tanto recordé a finales de mi embarazo que me acompañé con el despues de que asesinaron a mi M.. y que también estar con él era detener un proceso de duelo al que quizás no me he dado la oportunidad de vivir. Estando cerca del día del parto fuí teniendo la profunda necesidad de vivir ese momento con mi madre, de sentir la paz y la seguridad que solo ella me podía dar, eso puso las cosas en su lugar y alumbró mi camino.
Ese momento planifiqué mi huída para siempre despues de haber hecho varios intentos sin éxito.
Le pedí al Fulano un millón de veces que se largara y siempre había un pretexto. Claro dejarme a mi era fácil pero dejar la comodidad que obtenía a través de mi era lo difícil.
Por fin lo he logrado y no hay vuelta atrás, hoy ya no estoy encerrada en 4 paredes, hoy todas sus opiniones no me importan en ningún ámbito, hoy ya no puede herir mis sentimientos a su antojo, hoy ya perdí el miedo a que los enemigos de mi causa y de mi lucha utilicen ésto a su antojo, de todas maneras tuvo mas capacidad de destruirme él que ellos y hoy no sé quien es mas peligroso si los que matan con balas o los que te matan el alma dentro de una casa.
Hoy no te salvaré como siempre lo hice.
Hoy no obtendrás más mi compasión.
Hoy no te seguirás beneficiando de mi silencio.
No seguirás aparentando ser lo que no sos.
Hoy no podrá salvarte nadie, ni siquiera los padrinos políticos de tu corriente, ni tu madrina dentro de LIBRE pues la razon de la verdad es demasiado poderosa y todo cae por su propio peso.
Yo perdono todo lo que hiciste en mi contra y todo lo que harás, pero eso no significa que tus actos machistas quedarán impunes, asi que hoy tenés que rendir cuentas de tus actos ante la justicia porque has violentado a la mujer equivocada.
Atentamente,
LA PUTA